Jornada 6

Atlético de Moncloa  7 - 3  Rápido de Bouzas

18 de mayo de 1960. El Real Madrid alzaba su quinta Copa de Europa consecutiva al vencer al Eintracht de Frankfurt por 7-3 en la que para muchos es la mejor final de la historia de la competición. Puskás (4 goles, incluyendo uno de penalti) y Di Stéfano (3 goles) fueron los héroes de aquella final y se convertían así en inmortales para la afición madridista. La Elipa no contaba con los 135.000 espectadores de Hampden Park, pero sí que lo hacía con la presencia de D. Antonio Hita, Miriam, María y Ferdy y, aunque no tenemos en nuestra filas a Di Stéfano ni a Puskás, contamos con nuestros propios héroes.

El partido quedaba marcado por las bajas, o mejor dicho, por lo complicado de cubrir esas bajas, fundamentalmente la de Álex bajo los palos. A ello se añadían la lesión del Curilla, que le obligaba a ponerse los guantes, la ausencia de los dos laterales diestros y la incógnita de cómo le respondería a Juanfran la rodilla. Para suplir todas estas deficiencias, contamos con otros dos jugones que son causa directa del resultado: Carlos y Mendi. Enfrente, el Rápido de Bouzas, un equipo lleno de talento pero con algunos problemas de disciplina organizativa y, en algunos casos, emocional.

El comienzo del partido se hizo complicado. Tras los acostumbrados pelotazos y un cierto descontrol en el centro del campo, el Enano, muy atento, conseguía marcar en un despiste de la defensa. Pocos minutos después, el Rápido empataba tras una volea que el Curilla, inseguro en los primeros compases del partido, tocó pero no logró despejar. Al rato el Enano volvía a hacer de las suyas y ponía de nuevo al Atlético de Moncloa por delante, pero la alegría no duró mucho. Apenas dos minutos después, en una falta sin excesivo peligro aparente, el Curilla se quedó bajo los palos y el delantero negriazul remató a placer un centro templadito que el portero debía haber despejado sin problemas. Y vuelta a empezar. A pesar del golpe psicológico que supone que te empaten nada más marcar tu equipo, el Curilla se creció y a partir de ahí se convirtió en un muro casi infranqueable para el rival. Junto con el cancerbero, el otro jugador que se creció y que el equipo rival más sufrió fue Kike, inmenso el partido del cartagenero que cumplió de forma sobresaliente tanto en el centro del campo como en la banda en la segunda mitad. Por otro lado, mientras Carlos se convertía en un seguro infranqueable en el centro de la zaga, Mendi volvía loco a su lateral una y otra vez y solo era capaz de frenarle con feas y duras entradas. Los rojiblancos generaban más fútbol y más ocasiones que el Rápido y así, en una falta directa lanzada por Jimmy, desviada ligeramente por la barrera, el Atlético de Moncloa se ponía de manera definitiva por delante. Justo antes del descanso, el Enano volvía a marcar para dejar el 4-2 en el marcador.

A diferencia de otras ocasiones, los locales no solo mantuvieron su nivel de intensidad al comienzo de la segunda parte, sino que incluso lo subieron. En otra jugada de genio, el Enano se plantaba delante del portero que lo derribaba cuando lo tenía todo para marcar. El árbitro señalaba penalti y perdonaba la roja a Cañada, desde los once metros el Enano no perdonó y puso un doloroso 5-2 con aún 40 minutos de partido por delante. El Rápido de Bouzas se rompió y el Atlético de Moncloa se gustaba y tocaba generando grandes ocasiones de gol. En un buen disparo desde fuera del área, ante el que nada podía hacer el Curilla, los visitantes recortaban distancias, pero entonces surgió la figura de Jimmy, que quería su dosis de protagonismo y, con una volea que tocaba en la madera antes de entrar y un gran remate de cabeza, completaba un hat-trick y colocaba el definitivo 7-3 en el marcador.

Tres puntos de vital importancia los logrados este fin de semana si queremos seguir en la pelea por la liga. El próximo rival, Rakiss, actuales campeones y una dura piedra en el camino. A por ellos.

Goles:

1-0 Enano

2-1 Enano

3-2 Jimmy
4-2 Enano
5-2 Enano (p)
6-3 Jimmy
7-3 Jimmy

El crack: Enano. Marcó cuatro de los cinco primeros goles del equipo. Todos ellos marca de la casa.

El otro crack: Jimmy. Aunque en la primera parte estuvo algo más espeso, acabó haciendo lo que quiso, como quiso y cuando quiso.

¡Vaya día!: Curilla. Los primeros diez minutos estuvo nervioso. Pudo hacer más en los dos goles del primer tiempo.

El dandy: Kike. Su mejor partido en el Atlético de Moncloa, los propios rivales le ensalzaban al final del encuentro. Únicamente se vio eclipsado por las dos bestias goleadoras.

El duro: Pedro. Gran partido defensivo pero sumó alguna que otra entrada a destiempo.