Los jugadores estaban avisados de la importancia de este partido y se vio reflejado desde el primer momento. Fruto de los nervios, Rodri se olvidó el DNI en casa y tampoco Jimmy se acordó de traer la documentación de su hermano. Además, aunque en un principio la presencia de Sito y su colega crack (¿?) parecía excesiva, más tarde, el agotamiento daría la razón a la convocatoria. Esta vez contábamos con más aficionados que nunca, las dos Marías y Myriam vinieron a dar ánimos y a vibrar con el equipo.
El equipo partió con el ya clásico 1-4-4-2 con Cervan y Curi (volvía tras lesión y se le vio entonado) en el eje de la zaga y el obligado adelantamiento de JB al centro del campo para cubrir la importante baja de Pedro, a quien, a pesar del incesante frío, [modo irónico on] se le vio continuamente dando órdenes y corrigiendo a sus compañeros desde el banquillo [modo irónico off]. La consigna era clara: líneas juntas y sin complicaciones; y así lo entendieron la defensa y el mediocampo, que crearon una fortaleza en la primera parte a pesar de la inferioridad por el centro, pues el equipo rival salió con un trivote que en ningún momento se hizo con el control del centro del campo. Las únicas ocasiones de Al-Wizinger llegaron con tiros lejanos y en algún balón parado. Poco trabajo para el portero. El juego de ataque como siempre muy vertical y directo, con una delantera que, a pesar de enfrentarse a defensas mucho más fornidos, no se escondió en ningún momento y peleó cada balón. Pestis dispuso de dos ocasiones claras de gol en la primera parte que bien podrían haber subido al marcador, pero una mano prodigiosa del cancerbero en una y medio segundo tarde en la otra lo evitaron.
Al principio de la segunda parte cambió la película. Al-Wizinger salió a por todas y el equipo rojiblanco no terminaba de entrar, el descanso no había sido suficiente para recuperar fuerzas. Durante 15 minutos la defensa se las vio crudas para mantener la oleada de llegadas rivales. El centro del campo esta vez no era capaz de frenar a los tres medios rivales y se generaban continuas superioridades en las bandas. Como siempre, San Álex apareció para salvar un mano a mano. En el descanso, habían entrado el crack y Rodri en sustitución de Salva y Ferdy -ambos con actuaciones muy sacrificadas en labores defensivas-. Rodri hizo las delicias de los aficionados intentando hasta en cuatro ocasiones y sin ningún éxito peinar con la cabeza los saques de banda de Sito. Con nuestro centro del campo ya agotado y casi sin cambios, el partido se convirtió en pelotazos al crack para que las bajara y se marcara un Juan Palomo, pero ni guisó ni comió. El primero en notar el esfuerzo fue el Modelo y tuvo que ser sustituido por Antoñín, quien, aunque disponía de una oportunidad para demostrar su capacidad ofensiva, tuvo que colaborar con Edu en la recuperación de balones. A pesar del cansancio acumulado, hubo otras dos ocasiones claras de gol, una volea del Pestis que se marchó por muy poco y un cabezazo en el centro área pequeña del crack tras un saque de esquina de Jimmy. A todo esto, Pedro, que seguía explicando movimientos y pidiendo intensidad a sus compañeros, sorprendió a todos cuando, tras hablar con JB, pidió el cambió para los últimos cinco minutos. Lo veía claro.
Y tan claro. Cuando quedaban escasos dos minutos del tiempo añadido, una perfecta falta sacada por Jimmy fue rematada por Pedro solo en el segundo palo dirección portería. Nada pudo hacer el cancerbero. El éxtasis se hizo con el equipo, que veía como, esta vez sí, la justicia estaba con ellos y se llevaban una merecida y trabajada victoria. Golpe en la mesa del equipo y la parte alta de la tabla cada vez más apretada.
El crack: Pedro. Salió a falta de cinco minutos y movió el marcador a su antojo.
¡Vaya día!: Rodri. Ni un cabezazo de al menos cuatro intentos.
El dandy: Pestis. En sus botas estuvieron las mejores ocasiones del partido.
El duro: Jimmy. Soltó una colleja a un rival que, de verla el árbitro, habría supuesto la roja directa.
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