Jornada 1

NKG España  1 - 10  Atlético de Moncloa

Año nuevo, vida nueva. Algo va a pasar esta temporada, no sabemos cómo acabaremos, pero la cosa pinta diferente. Las comparaciones son inevitables.

El curso pasado comenzamos con una dolorosa derrota en la primera jornada, sufrimos expulsiones en los tres primeros encuentros y necesitamos de cuatro partidos para igualar esta cifra goleadora, además de que no superamos los seis goles a favor en ningún enfrentamiento. Si a ello añadimos la preocupación inicial por no contar con ningún killer para el partido, los dos enormes golazos del infiltrado Rodri -el segundo lo hubiera firmado el mismísimo Radamel Falcao- y el maradoniano casi-gol de Ferdy, uno no puede evitar preguntarse, ¿espejismo o realidad?

Tras el primer tiempo, nadie hubiera imaginado un marcador final así. El primer gol llegó tras un córner rematado por Pedro, y que tras varios rechaces fue mandado a la red por el Pollo. Poco después llegó el segundo, obra de Jimmy, y con él un bajón físico. Volvían los fantasmas del pasado, nos marcaron un gol y empezaron a llegar a la portería de Álex con cierta frecuencia. Como muchas otras veces, un partido que parecía controlado comenzaba a complicarse. Por suerte, en un contraataque, Kike mandó con elegancia el balón al fondo de las mallas y ponía el 1-3 con el que nos íbamos al descanso. Lo más destacable del primer período fue, sin duda alguna, la jugada protagonizada por Ferdy. Tras una gran contra, el balón le llegaba al doble de Xabi Alonso para deshacerse de un rival y plantarse solo ante el portero. Ante la atónita mirada de toda La Elipa, el 20 rojiblanco amagó con el disparo y sentó de una tacada al portero. El gol de su vida estaba a la vuelta de la esquina y solo debía empujarla, pero la jugada pedía más heroicidad. Al salir del regate, a Ferdy se le quedó un poco el balón atrás y le dio tiempo al defensa a colocarse entre él y la portería. El delantero atlético tenía al Pollo solo a su lado, pero esa era su jugada y nadie le iba a quitar la gloria. Quiso agrandar su leyenda y buscó la opción difícil, la de los grandes jugadores, y mirando hacia el palo largo, apuntó al palo corto con la intención de engañar al defensa. Y no solo engañó al defensa y todos los presentes, sino que su puntería fue sublime, el balón golpeó el palo y salió rechazado. A pesar de intentar el Pollo alcanzar el rechace para marcar, esa jugada era de Ferdy y solo él podía acabarla. Prefirió esperar para firmar ese gol, su primer gol, a un día que el equipo realmente lo necesite.

La segunda mitad fue otra historia, el conjunto rojiblanco sacó el rodillo a pasear. Primero JB, tras frenar una embestida rival y lanzarse al ataque, y más tarde Rodri, Chito y el Pollo marcaron seis goles ante un rival que cayó físicamente y que no pudo evitar la goleada ante un Atlético de Moncloa soberbio y dominador. El partido terminó con 1-9, que pudieron haber sido 10 de no ser por el desastroso penalty ejecutado por el Curilla, que pareció más lanzar una transformación de rugby que una pena máxima de fútbol. A pesar de todo el árbitro apuntó 10 goles y, por tanto, se lo damos a Álex, por el soporífero partido que le tocó vivir sin apenas trabajo.

Victoria importante que no debe ocultar las carencias defensivas con las que nos encontramos. Esperamos que para futuros partidos de mayor exigencia podamos arreglar esos desajustes. Lo que empieza a ser necesario es que nos vengan a ver. No falla. Cuando tenemos público no hay quien nos pare, esta vez fue María la que nos sirvió de amuleto.

Goles:

0-1 Pollo

0-2 Jimmy

1-3 Kike
1-4 JB
1-5 Pollo
1-6 Rodri
1-7 Chito
1-8 Rodri
1-9 Pollo
1-10 Álex. Por cortesía del árbitro.

El crack: Pollo. Llegó con la intención de hacer olvidar al Pestis y qué mejor forma de hacerlo que con un hat-trick.

El otro crack: Rodri. Salió a los 5 minutos de la segunda parte y, tras ser amenazado con el cambio, firmó una gran volea y el mejor gol de la noche.

¡Vaya día!: Ferdy. Pudo irse como el héroe del encuentro firmando el gol del año, en cambio, prefirió complicar el asunto apuntando al palo -para alivio de sus compañeros, todo sea dicho-.

El dandy: Kike. En su primer partido y tras ser colocado en una posición nueva para él, destacó con sus internadas por banda, su gol y sus dos asistencias.

El duro: Cervan. En un partido sumamente tranquilo, no pudo evitar enzarzarse con el equipo rival tras golpear fortuitamente en la cara a un jugador.