domingo, 16 de diciembre de 2012

Jornada 8

Atlético de Moncloa  4 - 2  C.D. El Pardo Sala



Partido trampa. En esta clase de partidos fue en los que perdimos el año pasado el campeonato. Equipos anti-fútbol, que lo único que hacen es dar pelotazos sin importar la dirección y pegar patadas a diestro y siniestro, aunque no de forma violenta. Y lo comlicado en esos encuentros es no dejarse contagiar por el rival, algo que el Atlético de Moncloa no logró, a pesar de la victoria final.

Bajas sensibles en el once inicial que no debían servir como excusa para no llevarse los tres puntos a casa. Desde el inicio se notó que el rival era claramente inferior técnicamente al Atlético de Moncloa, pero en los instantes iniciales mostró mucha más concentración. Los rojiblancos pensaban que el partido se ganaría sin esfuerzo, que antes o después la calidad se impondría. El equipo no combinaba, estaba acelerado, Chito y JB no era capaces de sacar el balón con tranquilidad y Jimmy no conseguía hacerse notar. A pesar de todo esto, el equipo no sufría en defensa y al Pirata, que volvía a enfundarse la elástica rojiblanca, se le veía en plena forma. Hasta que un fallo de concentración del equipo generó la primera oportunidad clara de los visitantes y no la desaprovecharon. El delantero ganó en velocidad a Antoñín y al Pirata, Álex se quedó clavado debajo de los palos y no tapó bien la portería. A partir de ahí, a Jimmy le pegaron una lapa en forma de jugador que no le dejaba solo ni un instante y optó por colocarse de central y que el Curilla adelantara su posición. Subimos la intensidad, que no el nivel de juego, y llegaron las primeras ocasiones. Entre ellas, un gol mal anulado al Pestis por un inexistene fuera de juego. El equipo se volcó buscando el empate antes del descanso y este llegó gracias a un preciso centro del Pestis que el Modelo remató con muy poco ángulo, añadiendo algo de justicia al luminoso.

En el segundo tiempo, el equipo salió mucho más convencido de llevarse la victoria y apenas permitió acercamientos del conjunto rival. El gol de la remontada llegó gracias a un colocado disparo de Jimmy que entró pegado al palo y que hizo inservible la estirada del cancerbero. El equipo se ponía por delante y con la sensación de tenerlo todo controlado, pero todavía tocaba sufrir un poco. En una de las pocas aproximaciones de los visitantes, Antoñín no despejó un balón sencillo y un mal remate del delantero fue a parar a la mano del Curilla, que saltó con las brazos abiertos dentro del área. El colegiado, tras dudar unos segundos, decretó pena máxima. El empate volvía al marcador tras el lanzamiento y con algo más de media parte por jugarse. El Atlético de Moncloa confiaba en sí mismo y se veía capaz de volver a marcar. A los pocos minutos, una falta lejana fue colgada al área por JB y Kike, que había entrado por Ferdy al comienzo del segundo tiempo, remató a placer en el área pequeña. Ahora sí, el equipo se puso las pilas en defensa y cerró su portería cortando todos los ataques rivales. El gol final llegó en un córner que se disponía a lanzar Chito, pero JB, viendo las molestias que arrastraba el 10 desde minutos antes, se ofreció a lanzarlo. Apuntó al segundo palo y tras un gran golpeo, el balón cogió mucho efecto y acabó en el fondo de la red, un gol olímpico que le permite superar su cifra de la temporada pasada. A partir de ahí, el partido se relajó y se llegó al final sin mucha más actividad.

Como les pedimos, el Rápido se llevó la victoria ante Furia Roja y nos permite empatar a puntos con ellos. Esperemos que tras el parón navideño, volvamos, si cabe, con más ganas y energía que nunca. ¡Feliz Navidad a todos!

Goles:
1-1 Modelo
2-1 Jimmy
3-2 Kike
4-2 JB

El crack: JB. Asistencia para el 3-2 y el mejor gol de su vida le avalan, aunque no consiguió hacer olvidar a Pedro en la posición de mediocentro de contención.
¡Vaya día!: Curilla. Cuando la remontada ya era un hecho, sacó una mano en el área que el colegiado vio y el rival aprovechó para volver a empatar el encuentro.
El dandy: Jimmy. En términos generales, el mejor del partido. Tuvo que soportar un férreo marcaje y, a pesar de ello, marcó un gol importantísimo.
El duro: Pestis. Un gran partido que se vio estropeado por las patadas, codazos y empujones que volaron entre él y los centrales.

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